Afortunadamente ya son muchos, cada vez más, los mercadillos, ferias y encuentros similares que surgen en esta época por toda la geografía española, pero el de Zaragoza ya es el único que se ha consolidado a lo largo de todo el año, y ya vamos por el segundo.
Pero este éxito no hubiera sido posible sin la asistencia regular, en ocasiones masiva, de los cientos de consumidores ecológicos de Zaragoza, y por supuesto sin la colaboración entusiasta de un puñado de agricultores y agricultoras que cada sábado se pegan un buen madrugón para recoger con sus propias manos los mejores frutos de la tierra y ofrecerlos bien frescos y lustrosos en su puesto de la plaza.
A todos ellos, a todos vosotros, MUCHAS GRACIAS